lunes, 8 de diciembre de 2014

Sobre Plan Nacional de Desarrollo


Las  acciones gubernamentales deben tener un aquí, un ya y un cómo.

Y en lo propuesto en la carta de intenciones del pasado lunes, solo observamos metas y objetivos a 2 y a 3 años plazo.

Necesitamos acciones inmediatas para atender el estado de “indigencia” en que se encuentran casi 345 mil compatriotas.

Me hubiera gustado ver cuáles son las acciones concretas para reducir el alto costo de la energía, pues a pesar de que el petróleo se ha desplomado de 100 a 75 dólares el barril, en 3 meses, no observamos un descenso trascendente en el precio de los combustibles y por ende, de la  factura eléctrica. Lo más grave fue escuchar, en la Comisión de asuntos Agropecuarios y Recursos Naturales el día de hoy, al señor Carlos Obregón, Presidente Ejecutivo del ICE decir que en Costa Rica no hay crisis energética, afirmación que fue respaldada por el Ministro de la Presidencia; y que por lo tanto, el proyecto de contingencia eléctrica no es necesario y no será convocado para sesiones extraordinarias.

También hubiese sido de mi agrado escuchar el avance del decreto de emergencia emitido el 8 de mayo, relacionado con la intervención inmediata de los 13 puentes y alcantarillas. 6 meses de espera y sin avances tangibles.

En materia de una verdadera reforma educativa, pilar imprescindible para combatir la pobreza, no se dijo absolutamente nada. He sostenido de manera reiterada, que nuestro país necesita reorientar la educación secundaria y superior hacia el área de las tecnologías, la informática, la educación financiera, y el conocimiento de nuevos idiomas. Pero nada se planteó en tal sentido. Hoy en la República se indica que el nivel de inglés del país es tan bajo que actualmente se ubica entre las últimas posiciones de Latinoamérica.

Se hizo énfasis en que se van a finalizar las obras de infraestructura con algún grado de avance que vienen de anteriores administraciones. Eso es algo lógico y poco novedoso. Sin embargo, no se habló de nuevos aeropuertos internacionales ni en la Zona Norte, ni en la Zona Sur, áreas de mayor depresión económica y rezago social; ni de tomar los millones de dólares subutilizados de los fondos de pensiones complementarias para ese tipo de proyectos, mediante fideicomisos de titulación de obra, cuyo uso ya fue autorizado por el CONASSIF.

Tampoco de megaproyectos de generación de energías limpias a través de esta sana figura de financiamiento con capital nacional ocioso.

No escuchamos acciones inmediatas para flexibilización  de jornadas laborales, que permitirían contratación de más personal, reducción del desempleo y aumento de la eficiencia en las empresas.

La ciudadanía ya está cansada de planes, promesas y nobles intenciones.

El tema de los deteriorados servicios de salud pública en la seguridad social brilló por su ausencia. Parece que no existe interés en una agilización con calidad en la atención sanitaria. El ineficiente sistema del modelo actual en la prestación de estos servicios continúa intocable; intuyo que continuará así para los años venideros.

La primera ley de la burocracia es proteger a la burocracia, como lo afirmó con sapiencia el expresidente Reagan, y entonces vemos cómo gremios y feudos del sector público, salen inmunizados después de haber boicoteado la importación y también la exportación de la producción nacional, durante 14 días.

Cada 4 años un nuevo plan nacional de desarrollo, y cada vez menos y menos desarrollo. Esa es la historia.

El país no requiere planes cuatrienales repetitivos, sino verdaderas políticas de estado en los temas apremiantes que he mencionado.

Se dice que un gobierno se dibuja en sus primeros 12 meses de gestión. Sr. Presidente y señores del gobierno…..los próximos 6 meses deben ser fructíferos en acciones evidentes, o el desencanto y la inacción que estamos observando, puede llenar de una mayor frustración a un pueblo incauto y confiado como el nuestro, que refrenda cada 4 años su reiterada candidez electoral.


 

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