jueves, 28 de agosto de 2014

''Hay temas tabú que, ni el gobierno actual, ni los antecesores han querido abordar con la seriedad y responsabilidad que el caso requiere''


El próximo jueves 28 en el Teatro Melico Salazar, me gustaría escuchar, de parte del Sr. Presidente,  posiciones y directrices de política gubernamental en 3 temas de gran actualidad, que requieren acciones concretas en el corto y mediano plazo.

El estado actual de los 3 principales regímenes de pensiones del país, no parece encontrarse en situación de solvencia financiera, o al menos, de sobrevivencia sin eventuales sorpresas, según las últimas declaraciones emanadas de la Superintendencia de Pensiones- SUPEN.

Invalidez, Vejez y Muerte, el Seguro de Pensiones de la Caja, requiere medidas talvez no populares, pero que una administración sana y consecuente no debe posponer por más tiempo. Está claro que un aumento en el porcentaje de cotización y el aumento de la edad de retiro son medidas necesarias para preservar su sostenibilidad. Sin embargo, no observo en el Poder Ejecutivo, ni en el seno de la Junta Directiva de la Institución, un derrotero claro en ningún sentido. Son temas tabú que, ni el gobierno actual, ni los antecesores han querido abordar con la seriedad y responsabilidad que el caso requiere. El mismo Seguro de Salud, está presentando serios problemas en el modelo de atención tradicional, sin que observemos soluciones urgentes inmediatas por parte de la Alta Jerarquía de la institución. La red de servicios no existe y los centros de salud son islotes descoordinados según declaraciones de la Presidenta Ejecutiva el día de hoy en la prensa.

De igual manera, quisiera escuchar acciones del Gobierno de la República relacionadas con el régimen de pensiones del Poder Judicial. Se presentan proyectos de ley para normarlas, pero ninguno proviene del Ejecutivo. Emanan soluciones de diversas fracciones legislativas, y otras ideas, del seno mismo del Poder Judicial, pero no tienen la fuerza suficiente para ser impulsados con viabilidad de ley, en la corriente legislativa. Igual fortuna está corriendo la reforma a las pensiones del Magisterio Nacional, donde es público y notorio los altos montos mensuales de muchas de ellas, que llegan en ocasiones a los 5 o 6 millones mensuales.

Espero al menos, de la Presidencia de la República, algunos anuncios en relación con esta escabrosa temática el próximo jueves por la noche.

El segundo tema del que quisiera escuchar algunas directrices es sobre la reducción del precio de la electricidad y de los combustibles. Hay una parsimonia preocupante alrededor del mismo. Se ofreció crear en 6 meses una Comisión para realizar propuestas concretas. En el mes de setiembre cumpliremos casi los 6 meses, y no se aprecian movimientos que nos alerten en ese sentido.

Por el contrario, el encarecimiento de la energía eléctrica parece ser la tónica imperante para el futuro inmediato, tanto por parte del ICE como de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz. Los costos operativos de las empresas crecen, y en fecha reciente nos anuncian que la YAMBER cerrará funciones en el país, para trasladar su actividad a Nicaragua, dejando a casi 150 personas desempleada, situación que hoy desmiente la empresa en un campo pagado en La Nación.

Un último tema, y no menos importante, se relaciona con los cuestionamientos éticos y financieros del manejo de la campaña del Presidente Solís. Gastos inflados y sobrefacturaciones de contratos de las famosas “rutas de la alegría”, pagos excesivos a la empresa “Jaulares”, pagos excesivos al abogado del PAC de millones de colones por autenticaciones innecesarias, consultorías por más de 100 millones de colones con fondos públicos a un asesor en comunicación política; sucedieron a vista y paciencia, o con el visto bueno del Comando de Campaña del entonces candidato Solís. No hemos escuchado por parte del Presidente, ni asumir responsabilidades en estos temas, ni emitir declaraciones contundentes condenando tales transgresiones éticas o financieras, suscitadas en el Partido que lo elevó a la primera magistratura.

Pareciera que el silencio presidencial ante tales hechos, o los intentos por no vincularse a ellos ni salpicarse, guarda relación con el viejo adagio de la historia nacional de la primera mitad del siglo 20, donde algún dirigente de viejo cuño se dejó decir que “en política lo único inmoral era perder”.

Tengo expectativas positivas que mañana en la noche podremos escuchar al menos, algunas pinceladas serias de abordaje responsable, durante el acto del informe presidencial de los 120 días, en relación con las preocupaciones que he podido esbozar en estos escasos 5 minutos de control político..

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