Derecho de respuesta al Diario La Nación
La frase de Benjamin
Franklin, que inspira el título de este artículo, sirve para demostrar que el
Editorial de La Nación de este 16 de julio y el artículo de Armando Mayorga del
día siguiente son incapaces de resistir el golpe que le asesta la evidencia
presentada en este Derecho de Respuesta.
Según los
editorialistas, el Movimiento Libertario fungió, en su oportunidad, como
abanderado de la lucha librada para crear un sistema de permisos nada liberal,
refiriéndose a la Ley Nº 8955. Lástima que, antes de escribir, no revisaron que
la iniciativa fue del Poder Ejecutivo. Tampoco tuvieron la rigurosidad de leer
el acta del Plenario Legislativo Nº 119 del 7 de diciembre de 2010, donde quedó
claro que la única fracción que se opuso a la vía rápida y dispensa total de
trámites para el proyecto Nº 17.784 fue la del Movimiento Libertario. Mucho
menos se acercaron a las sesiones de la Comisión Plena Segunda, órgano al que
se le delegó el conocimiento de la iniciativa, para escuchar a nuestras
Diputadas Damaris Quintana y Marielos Alfaro oponerse durante las 9 sesiones
consecutivas que duró la discusión, con decenas de mociones y sus respectivas
revisiones. Al menos pudieron examinar el Acta de la Comisión Plena Segunda Nº
29 del 16 de marzo del 2011, para verificar que en la votación del proyecto,
nuestras dos legisladoras se manifestaron en contra, mientras que los del PLN,
PAC, PUSC, PASE y PRC lo hicieron a favor.
En todas estas actas
queda muy claro que el Movimiento Libertario fue el único partido que se opuso
a ese proyecto, desde el principio y hasta el final, advirtiendo en cada
espacio los peligros que la nueva ley generaría. Para muestra un botón: la
legisladora Damaris Quintana, en el acta de la Comisión Plena Segunda Nº 26 del
23 de febrero de 2011, explicó que “(…) es necesario que
este híbrido de actividad que no se otorga mediante la concesión pública, sino
mediante un permiso, no se rija por la concentración ni por posibles
monopolios, tanto relativos como absolutos, pues entiendo que esta actividad
tiene como fin llevar el plato de comida a quienes se dediquen a brindar el
servicio, no a hacer clavos de oro a algunos cuantos y tal y como ha ocurrido con
el manejo de las placas de taxis”.
Por su parte, la
Diputada Marielos Alfaro manifestó, tal como consta en el Acta de ese mismo
órgano parlamentario Nº 25 del 16 de febrero de 2011, “(…) este
proyecto lo que está haciendo es restringir la participación y dejándole a un
grupo minoritario de porteadores la posibilidad de participar, excluyendo a un
grupo mayoritario de la posibilidad de realizar esta actividad económica, grupo
que lo ha venido desarrollando de manera legal, amparado al artículo N.º 323 del Código de
Comercio”.
Si
esas declaraciones no le bastaran a los editorialistas para rectificar su
afirmación tendenciosa de que el Movimiento Libertario previó esta ley como un
mecanismo para hacer negocio a favor de unos cuantos, lo invito a leer el Acta la
Comisión Plena Segunda Nº 29 del 16 de marzo
de 2011, específicamente la declaración de la Diputada Quintana: “(…) Este proyecto de ley resulta contrario a
la libertad de asociación establecida constitucionalmente, pues se olvida de la
posibilidad que los ciudadanos pueden optar por cualquier servicio de
transporte, sea público o privado. No desconocemos que la actividad del
transporte público la tiene el Estado y la otorga mediante placas de taxi; sin
embargo, nunca se interpone este control estatal al derecho constitucional de
la libre asociación. Si sólo se autoriza a que las personas que ofrezcan el
servicio de porteo lo hagan perteneciendo a asociaciones, se violentaría el
principio constitucional mencionado”.
Lo
dijimos una y otra vez, en Plenario, en la Comisión Plena Segunda, en controles
políticos posteriores: donde hay permiso, hay chorizo. Denunciamos que esta
concentración de permisos en pocas manos podría darse y que miles de
personas que venían dedicándose al porteo, quedarían sin trabajo. Pero no nos
escucharon. A golpe de tambor aprobaron el proyecto.
No vengan ahora a
enlodarnos por las acciones de otros. No vengan ahora a acusarnos por los
excesos que una ley genera cuando de antemano la advertencia estaba hecha. La
responsabilidad por este entuerto cae exclusivamente en la Presidencia de la
República y las fracciones legislativas del PLN, PAC, PUSC, PASE y PRC, que
concurrieron con sus votos y su apoyo político para que esa ocurrencia se
convirtiera en Ley de la República.
Por el respeto y la objetividad
de su diario, por respeto a la opinión pública y por respeto a la verdad, les
solicito se sirvan rectificar con hidalguía tan grave y tendenciosa
desinformación.
Danilo Cubero Corrales.
Cédula 2-468-555
Telf. 8848-72-98
Presidente
Partido Movimiento Libertario.
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